La necesidad de una historia sobre la vida religiosa parte del hecho sobre una necesidad de renovación de la misma vida religiosa que sugiere y clama un regreso a los orígenes y a las propias fuentes.
La historia de la vida consagrada se ha caracterizado por momentos de crisis en donde ha tenido que responder para poder renovarse. Así pues, en el camino hacia la meta no hay una formula mágica, pues siempre hay un pasado, presente y un futuro. Es decir, que en los acontecimientos hay algo que permanece. La vida de la iglesia esta ligada a la historia de la vida religiosa. Entonces la historia de la vida religiosa es una teología porque Dios se revela en la historia. Se revela en un determinado tiempo y espacio en dos brechas de suma importancia: la Iglesia de la fe y la Iglesia visible de la historia. La revelación no es un hecho único en la historia por eso Dios se sigue revelando.
Monacato Cristiano
Monje viene de Monachos, que significa solitario.
Eremita viene de eremos, que significa el que vive en el desierto.
Anacoreta viene de anachirein, que significa irse al monte.
Cenobita viene de Koinos Bios, que significa vida común.
Monaquismo, estado de vida para entregarse a Dios dejando el mundo. Hay dos formas: la vida solitaria por ejemplo: el anacoretismo y el cenitismo, y la vida común por ejemplo el cenobitismo.
Monacato: adopción de vida mas o menos ascética, dedicado a una religión y sujeto a determinadas reglas en común.
La dimensión antropología de toda religión
Monacato hecho antropológico: implica un concepto de orden natural, pues es el hombre quien se retira.
Ascetismo: practica de abnegación y de renuncia de los placeres con el fin de alcanzar el grado más alto de autoconocimiento.
Ascetismo y monacato: es un fenómeno, que surge de la contraposición de lo sagrado y profano. El monje prefiere lo sagrado.
El ascetismo es la profunda convicción de que en el hombre existe una profunda diferencia entre lo sagrado y lo profano. El ascetismo es un hecho individual, pero también colectivo.